El holandés optiene sus segunda etapa en una carrera puesta para ‘clasicómanos’.
Sobre 185 kilómetros se disputó la tercera etapa de esta competencia que sirve cómo preparación para el Tour de Francia. El trazado fue bastante quebrado con tres premios de montaña hacia el final y dos sprints especiales. Cuatro corredores conformaron la gran escapada del día.
El lote rodó sin problemas con varios equipos manteniéndose al frente y marcando el ritmo del pelotón. Mientras que adelante los fugados, que no representaban mayor riesgo, lograron mantener una diferencia cercana a los cuatro minutos. A falta de 40 kilómetros se dio una caída que puso más alerta al pelotón y más adelante el damnificado fue el colombiano Juan Diego Alba del Movistar Team.
Sobre los 25 kilómetros restantes los escapados fueron capturados por el lote y a partir de ahí vendría el show de Mathieu Van der Poel, que se llevó a su rueda a algunos favoritos cómo Alaphilippe, Richard Carapaz y Esteban Chaves. Al final el Astana logró alcanzarlos y el Ineos quiso tener el control.
Pero sobre los 9 kilómetros todo se descontroló, gracias al ataque de García Cortina del Movistar Team. A la postre él fue controlado y nuevamente Van der Poel decidió atacar en el embalaje final y nadie pudo responder. Récord en vatios para el neerlandés que sigue rompiendo todos los paradigmas.
El líder sigue siendo el corredor del Alpecin Fenix, seguido de Alaphilippe y Stefan Küng. El mejor colombiano es Rigoberto Urán que cierra el top 10, mientras que Esteban Chaves está en la casilla 31. Mañana etapa con un poco más de montaña pero todavía sin ser alta montaña, serán 171 kilómetros.