La iniciativa de los 12 equipos del viejo continente, de tener su competencia de ‘élite’ no duró más de 3 días.
El mundo del fútbol se ha sacudido en los dos últimos días por la creación de la Super Liga Europea. Lo que se venía manejando como un rumor se hizo oficial con un comunicado escueto que inició comunicándolo el Real Madrid y al que seguiría los 11 equipos restantes que firmaban esta iniciativa.
Seis ingleses: Manchester United, Manchester City, Liverpool, Chelsea, Arsenal y Tottenham; tres españoles: Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid; y tres italianos: Juventus, Milán e Inter. Estos equipos se hicieron llamar de común acuerdo, cómo los socios fundadores.
La idea es que estos 12 equipos siempre participen en esta Super Liga Europea, sería una base de 15, donde los otros equipos tops con invitación fija es el París Saint Germain y el Bayern Múnich, además de un tercero que se intentaba definir de acuerdo a su relevancia.
Con las cartas puestas sobre la mesa y un torneo que volvería una NBA europea donde los grandes jueguen entre semana para no estropear las competencias nacionales, también surgió el beneficio económico que estos ganarían. Con el banco norteamericano JP Morgan como principal patrocinador, cada club se embolsaría 300 millones de euros fijos.
El mundo del fútbol se sacudió y las primeras reacciones llegaron de parte de los demás equipos de aquellas ligas que se sentían marginados, ex estrellas del fútbol mundial e incluso los propios jugadores y entrenadores de los equipos involucrados sentaron su voz de protesta.
A partir de allí llegaron las presiones encabezadas por la UEFA y la FIFA que vieron amenazadas su soberanía como entes rectores del fútbol. Ante una posible expulsión de los clubes y no permitirle a los jugadores estar con las selecciones nacionales, el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Jhonson y el presidente de Francia Emmanuel Macron metieron presión política.
Ante la inconformidad de los aficionados, los clamores crecieron en Inglaterra, donde los aficionados del Chelsea impidieron que el bus de su equipo accediera al estadio para enfrentar al Brigthon, y Peter Cech tuvo que bajar a mediar con los hinchas.
Ya con esas presiones, y la nula reacción de los dirigentes de los 12 equipos, los rumores fueron aumentando ya la BBC adelantaba la posible salida de un equipo, el cuál estaba jugando en ese momento. Primero fue el Manchester City en enviar el comunicado y a la posteriori los otros cinco equipos restantes.
Se informó desde Italia que los dos equipos de Milán también renunciaban a la Super Liga, pero esta noticia sigue sin confirmarse. Lo que es un hecho es que ahora la presión cae sobre Florentino Pérez, Presidente del Real Madrid y de la nueva Super Liga Europea, Andrea Agnelli, Presidente de la Juventus y Vicepresidente de la nueva competencia.
Sin la mitad de esos fundadores, el rechazo del Bayern Múnich y PSG, terminó cumpliendo el clamor del resto de las ligas, la UEFA, la FIFA y el público en general del mundo del fútbol. Lo que es seguro es que el fútbol sí necesita alivios económicos, pero esta Super Liga Europea parece no ser la forma. Vendrán cambios.
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